23.8.05

La impunidad debe cesar

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LUIS POSADA CARRILES DEBE SER JUZGADO EN VENEZUELA

Antiguo miembro de la policía del dictador cubano Fulgencio Batista, el señor Luis Posada Carriles se incorporó a las filas de la CIA después de 1959. Formado en la Escuela de las Américas de Fort Benning en Georgia, se hizo experto en explosivos y participó en la agresión militar estadounidense de Bahía de Cochinos en abril de 1961.

Es responsable de varias decenas de sangrientos atentados que costaron la vida a más de un centenar de civiles inocentes. Es considerado como el autor, junto con otros como el terrorista Orlando Bosch, del odioso crimen de Barbados en que un avión comercial de Cubana de Aviación que transportaba a 73 personas estalló en pleno vuelo el 6 de octubre de 1976. Ninguno de los pasejeros sobrevivió.

Los documentos oficiales del FBI y de la CIA, desclasificados en mayo y junio de 2005, reconocen al señor Posada Carriles como el responsable de ese infame crimen.

Arrestado y condenado en Venezuela, el señor Posada Carriles escapó de prisión en 1985 gracias al apoyo de la extrema derecha cubana de Florida. Luego ofreció sus servicios al teniente coronel Oliver North en la guerra sucia contra los Sandinistas en Nicaragua en los años 1980.

En 1997, una ola de atentados terroristas golpeó la industria turística cubana dejando numerosos heridos y costando la vida al joven italiano Fabio di Celmo. En una entrevista publicada en el New York Times el 12 de julio de 1998, el señor Posada Carriles reconoció ser el autor de esos actos terroristas afirmando que el italiano "se encontraba en el lugar equivocado en el momento equivocado". No expresó ningún arrepentimiento declarando con cinismo: "duermo como un bebé".

El 17 de noviembre de 2000, el señor Posada Carriles intentó asesinar al presidente cubano Fidel Castro poniendo una bomba de 15 kilogramos de C4, mientras éste daba una conferencia en la Universidad de Panamá donde 2 000 estudiantes estaban reunidos. Según las autoridades panameñas, la explosión hubiera podido ocasionar centenas de víctimas. Detenido y juzgado, fue condenado a 8 años de cárcel.

No obstante, un acto incalificable se produjo el 25 de agosto de 2004: la presidenta saliente de Panamá, Sra Mireya Moscoso, cuyo mandato presidencial terminaba el 31 de agosto de 2004, indultó al señor Posada Carriles y a sus tres cómplices violando así la ley panameña que estipula que es posible ejercer el indulto acerca de un prisionero sólo si el proceso judicial se ha terminado. Ahora bien, el juicio del señor Posada Carriles se encontraba en fase de apelación. Es ahora público y notorio que la señora Moscoso actuó para satisfacer los deseos de la extrema derecha cubana de Miami, ciudad donde actualmente reside, y en consecuencia de las presiones de Washington.

Desde el mes de marzo de 2005, el señor Luis Posada Carriles se halla en Estados Unidos mientras que el Departamento de Justicia estadounidense le notificó una prohibición de entrada en su territorio.

Venezuela pide la extradición del señor Posada Carriles, que dispone de la nacionalidad venezolana, para que sea juzgado garantizándole sus derechos constitucionales.

En nombre de la lucha contra el terrorismo, Estados Unidos debe mostrar el ejemplo extraditando al señor Posada Carriles a Venezuela, para que sus crímenes no queden impunes. La humanidad entera observa este asunto con atención pues la memoria de las víctimas del terrorismo exige que la justicia triunfe sobre la barbarie.

¡La impunidad debe cesar!

Nadine Gordimer, Salim Lamrani, Noam Chomsky, Rigoberta Menchú, Adolfo Pérez Esquivel, José Saramago.

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LUIS POSADA CARRILES MUST BE TRIED IN VENEZUELA

Former member of the police force of Cuban dictator Fulgencio Batista, Luis Posada Carriles joined the CIA after 1959. Trained in the School of the Americas at Fort Benning, Georgia, he became an explosives expert and participated in the U.S. military invasion of the Bay of Pigs in April of 1961.

He is responsible for dozens of bloody attacks which took the lives of more than a hundred innocent civilians. He is considered the author, together with others such as terrorist Orlando Bosch, of the hateful crime over Barbados when a Cubana de Aviación commercial airplane carrying 73 people exploded midair on October 6, 1976. There were no survivors.

Official documents of the FBI and the CIA, declassified in May and June of 2005, acknowledge Posada Carriles as the perpetrator of that infamous crime.

Arrested and convicted in Venezuela, Posada Carriles escaped from prison in 1985 thanks to the support of the Cuban extreme right in Florida. Shortly thereafter he began working for Lieutenant Colonel Oliver North in the dirty war against the Sandinistas in Nicaragua in the 1980s.

In 1997, a wave of terrorist attacks struck the Cuban tourist industry leaving many people injured and costing the life of the young Italian, Fabio di Celmo. In an interview published in the New York Times on July 12, 1998, Posada Carriles acknowledged he was the author of those terrorist acts, saying the Italian "was in the wrong place at the wrong time." He did not express any remorse, saying cynically, "I sleep like a baby."

On November 17, 2000, Posada Carriles attempted to assassinate President Fidel Castro by placing a 15-kilogram bomb of C4 explosives while the Cuban leader was attending a conference at the University of Panama with 2,000 students in attendance. According to the Panamanian authorities, the explosion could have caused hundreds of casualties. Arrested and tried, he was sentenced to eight years in prison.

Nevertheless, on August 25, 2004, the unspeakable happened: the outgoing president of Panama, Mireya Moscoso, pardoned Posada Carriles and his three accomplices, violating Panamanian law which provides that prisoners may be pardoned only when all judicial proceedings have ended. Posada Carriles's trial was in the appeals phase. It is now public knowledge that Moscoso acted to please the Cuban extreme right in Miami, where she is now living, and under pressure from Washington.

Since March 2005, Posada Carriles is in the United States whereas the Justice Department has forbidden him the entry in the country.

Venezuela is requesting the extradition of Posada Carriles, who is a Venezuelan national, so that he may be tried with guarantees to respect his constitutional rights.

In the name of the struggle against terrorism, the United States must lead by example and extradite Posada Carriles to Venezuela so that his crimes do not go unpunished. The whole of humanity is closely watching this case since the memory of the victims of terrorism demands that justice triumph over barbarism.

Impunity must end!

Nadine Gordimer, Salim Lamrani, Noam Chomsky, Rigoberta Menchú, Adolfo Pérez Esquivel, José Saramago.