quiero que funcione
Volvimos de Praga y de Budapest, con millones de e-mails por escribir, cosas que contar y fotos para postear, pero nos encontramos con que hay problemas en la línea de adsl y no tenemos internet.
Justo me agarra con dos artículos para presentar en la revista y los exámenes en la semana siguiente, así que anduve de locutorio en locutorio desempolvando los viejos disquettes, y escribiendo de a cachitos.
Otro día escribiré mis conversaciones con los técnicos del call center, porque todavía no tengo internet. Sí, sigo sin, ya sé que no se acaba el mundo, pero es feo, muy feo.