Internet es libre, se dice, y con razón.
Lo único que debes pagar es el acceso, la autopista, la banda ancha o los pulsos que utilices en tu navegación. Pero nadie te guía, nadie te dice dónde debes ir, y tú -y sólo tú- decides a quién visitar, qué textos leer, en qué tienda comprar, qué servicios utilizar.
La libertad de la red, uno de los pocos lugares donde se manifiesta la comunidad de tantas buenas voluntades, es lo que ha hecho posible infinitos logros, encuentros, desarrollos. Programas, amistades, proyectos son posibles gracias a ella.
Pero a los administradores de peaje de esta autopista, ya no les basta con eso, y exigen más control, más regulación. Como explica muy bien Microsiervos , no sólo quieren cobrar una vez por una comunicación -porque ya está pagando quien utiliza internet-, ni dos -porque en este caso también paga el otro extremo o sea el receptor de esta comunicación-, sino *tres* veces por lo mismo.
Las empresas norteamericanas proveedoras de internet han logrado imponer su voluntad en el congreso de los EE.UU. en junio de este año, cuando se decidió rechazar el concepto de neutralidad en internet.
Lo explicaron mucho mejor:
Nacho, que cuenta cómo en sus inicios, la radio también era libre.
La Petite:
Primera Gran Guerra por el control de la Red
La neutralidad de la Red en la CNN, a favor y en contra
Microsiervos
La neutralidad de internet, bajo amenaza
No está mal releer la Declaración de Independencia del Ciberespacio.
Quemar las naves, que propone una perspectiva del asunto desde Sudamérica, en dos partes.
Y esto dice Berners Lee, el padre de internet sobre la neutralidad de la red.
Es una lucha por la libertad de expresión. Quizás una batalla esté perdida, pero la resistencia continúa.
Save the internet
Saveaccess.org